Historia de un puzzle MB
Publicado: 19 Jul 2022 15:13
Buenas. Me he presentado formalmente es la sección de bienvenida, y esta vez quisiera contarles la historia de aquel puzzle que hizo profundizar mi ser en este mundo del armado de rompecabezas.
Bien, el mismo es un MB, (Milton Bradley), de la serie Big Ben puzzles, con la imagen de las Dolomite Mountains de Italia. Es de 1000 piezas.
La historia va más o menos así:
Después de construir aquellos que me fueron obsequiados, recibí de un pariente un puzzle, prestado, quería que lo armase para disfrutarlo. Nunca nadie lo había hecho. Era un puzzle viejo, de los años 90. La caja esta algo maltratada, faltaban 2 piezas, también estaban algunas bastante descuidadas.
Resulta que me tomó 2 largos meses terminarlo. Era difícil, y yo tenía poca o nula experiencia en puzzles grandes. A esa edad, lo que tenía mas de 500 piezas era grande para mí. Ja.
Bueno. Después de concluido, quise pegarlo para ponerle un cristal y hacerlo cuadro. Pero su dueño cambió de ideas y me obligó a devolverlo. Le pedí que me lo vendiera, porque me daba pena desarmarlo. No quiso. De hecho, se lo llevó así armado y lo volvió a despedazar, guardándolo en su caja original.
Después de esa pena sufrida, había intentado negociar varias veces por él, a cambio de dinero o algun favor que hacía, pero la respuesta fue siempre el mismo y rotundo No. Hasta me había mostardo cómo lo dejó desarmado. Fue mas grande mi tristeza verlo así. Lo dejó en piezas muy sueltas, no lo hizo en trozos grandes para volver a armarlo nuevamente y rápido.
Después de eso, mi interés disminuyó, aparte de haber abandonado nuevos proyectos, lo que ya expliqué razones en el apartado de bievenida.
Habían pasado ya 8 largos años.
Así llegamos a este año, mes de abril. Habíamos mudado de hogar hace poco, recibí un llamado de esa persona para afinar su piano. Esto es para lo que me he especializado en técnico profesional en pianos acústicos.
Bien, estando haciendo el correspondiente trabajo, en la habitación donde estaba el piano, veo, en una repisa del mueble de en frente, varias cajas apiladas de juguetes y juegos de mesa. Entre ellos estaba el MB tan anhelado por mí. Esa caja con colores rojo y verde estaba allí. Descansando en sueño eterno, esperando que alguien lo regrese a su antigua gloria.
Mi alegría fue grande al verlo, pero no sabía cómo hacerme con él.
Pasados unos días, esa misma persona me encomendó el arreglo de un reloj mecánico antiguo y un horno eléctrico. Asi es. Aparte de eso, tengo un taller, de instrumentos, mecánica, carpintería, herrería y muchas otras cosas más, mi gran sueño verdadero.
Pues bien, después de arreglar ambas cosas, mi precio estaba decidido. Le pediría nuevamente ese puzzle. Tenía miedo de preguntar, por temor a recibir otro no como respuesta. Sin embargo, me armé de valor y cuando me solicitaron el monto de mi trabajo, señalé aquella caja roja y se lo dije.
Grande fue mi sorpresa cuando me dijo que ya ni se acordaba de aquél puzzle. Me lo dio si pestañear siquiera, gustoso de que hubiese alguien que quisiera armarlo, porque después de tantos años, nadie lo había vuelto a tocar.
No cabía en mí mayor alegría, que inmediatamente llegué a casa para armarlo, sin importarme nada más. Olvidé un momento todas mi obligaciones y en una hora y media lo tenía armado nuevamente frente a mí. No podía creer lo rápido que fue hacerlo. Recordaba cada parte de la imagen, cada pieza que había pasado por mis manos me saludaba con una sonrisa. Cada una de ellas estaba de nuevo dónde debía.
Eso de pasar la mano, acariciando cada parte del puzzle armado es una sensación de satisfacción tan fuerte que llena de éxtasis la mente y el alma del constructor.
En fin, vuelto a la vida, descubro que son ya 3 las piezas que faltan. Pero no importa. Ya había hallado la forma de compensar las pérdidas. Pronto subiré fotos de como quedó y como disimulé aquellas piezas extraviadas.
Esta es pues, mi humilde historia con un rompecabezas que amé con ansias. Y que ahora, por fin, se exhibe en todo su esplendor en la pared de mi habitación. Cada vez que me levanto cada mañana lo veo, y me hace sonreír. Y cada noche, antes de dormir lo observo, y descanso feliz.
Hasta la próxima...
P.D.: Lo siento, la imagen no es mía. Solamente la tomé de amazon para que aprecien cuál es. Pronto estaré actualizando con imágenes propias. Saludos.
Bien, el mismo es un MB, (Milton Bradley), de la serie Big Ben puzzles, con la imagen de las Dolomite Mountains de Italia. Es de 1000 piezas.
La historia va más o menos así:
Después de construir aquellos que me fueron obsequiados, recibí de un pariente un puzzle, prestado, quería que lo armase para disfrutarlo. Nunca nadie lo había hecho. Era un puzzle viejo, de los años 90. La caja esta algo maltratada, faltaban 2 piezas, también estaban algunas bastante descuidadas.
Resulta que me tomó 2 largos meses terminarlo. Era difícil, y yo tenía poca o nula experiencia en puzzles grandes. A esa edad, lo que tenía mas de 500 piezas era grande para mí. Ja.
Bueno. Después de concluido, quise pegarlo para ponerle un cristal y hacerlo cuadro. Pero su dueño cambió de ideas y me obligó a devolverlo. Le pedí que me lo vendiera, porque me daba pena desarmarlo. No quiso. De hecho, se lo llevó así armado y lo volvió a despedazar, guardándolo en su caja original.
Después de esa pena sufrida, había intentado negociar varias veces por él, a cambio de dinero o algun favor que hacía, pero la respuesta fue siempre el mismo y rotundo No. Hasta me había mostardo cómo lo dejó desarmado. Fue mas grande mi tristeza verlo así. Lo dejó en piezas muy sueltas, no lo hizo en trozos grandes para volver a armarlo nuevamente y rápido.
Después de eso, mi interés disminuyó, aparte de haber abandonado nuevos proyectos, lo que ya expliqué razones en el apartado de bievenida.
Habían pasado ya 8 largos años.
Así llegamos a este año, mes de abril. Habíamos mudado de hogar hace poco, recibí un llamado de esa persona para afinar su piano. Esto es para lo que me he especializado en técnico profesional en pianos acústicos.
Bien, estando haciendo el correspondiente trabajo, en la habitación donde estaba el piano, veo, en una repisa del mueble de en frente, varias cajas apiladas de juguetes y juegos de mesa. Entre ellos estaba el MB tan anhelado por mí. Esa caja con colores rojo y verde estaba allí. Descansando en sueño eterno, esperando que alguien lo regrese a su antigua gloria.
Mi alegría fue grande al verlo, pero no sabía cómo hacerme con él.
Pasados unos días, esa misma persona me encomendó el arreglo de un reloj mecánico antiguo y un horno eléctrico. Asi es. Aparte de eso, tengo un taller, de instrumentos, mecánica, carpintería, herrería y muchas otras cosas más, mi gran sueño verdadero.
Pues bien, después de arreglar ambas cosas, mi precio estaba decidido. Le pediría nuevamente ese puzzle. Tenía miedo de preguntar, por temor a recibir otro no como respuesta. Sin embargo, me armé de valor y cuando me solicitaron el monto de mi trabajo, señalé aquella caja roja y se lo dije.
Grande fue mi sorpresa cuando me dijo que ya ni se acordaba de aquél puzzle. Me lo dio si pestañear siquiera, gustoso de que hubiese alguien que quisiera armarlo, porque después de tantos años, nadie lo había vuelto a tocar.
No cabía en mí mayor alegría, que inmediatamente llegué a casa para armarlo, sin importarme nada más. Olvidé un momento todas mi obligaciones y en una hora y media lo tenía armado nuevamente frente a mí. No podía creer lo rápido que fue hacerlo. Recordaba cada parte de la imagen, cada pieza que había pasado por mis manos me saludaba con una sonrisa. Cada una de ellas estaba de nuevo dónde debía.
Eso de pasar la mano, acariciando cada parte del puzzle armado es una sensación de satisfacción tan fuerte que llena de éxtasis la mente y el alma del constructor.
En fin, vuelto a la vida, descubro que son ya 3 las piezas que faltan. Pero no importa. Ya había hallado la forma de compensar las pérdidas. Pronto subiré fotos de como quedó y como disimulé aquellas piezas extraviadas.
Esta es pues, mi humilde historia con un rompecabezas que amé con ansias. Y que ahora, por fin, se exhibe en todo su esplendor en la pared de mi habitación. Cada vez que me levanto cada mañana lo veo, y me hace sonreír. Y cada noche, antes de dormir lo observo, y descanso feliz.
Hasta la próxima...
P.D.: Lo siento, la imagen no es mía. Solamente la tomé de amazon para que aprecien cuál es. Pronto estaré actualizando con imágenes propias. Saludos.
