Hace unos 20 años me engancharon las miniaturas. De ahí a las casas de muñecas no hay mucha distancia y me adentré en ese mundo. Me decidí por la escala 1:12 por la simple razón de que era la más extendida. El tope es la imaginación: cualquier pequeña basurilla puede dar juego. Habría mucho para extenderse aquí y no es el tema. La cuestión es que pasados unos años caí por Londres. Me recomendaron visitar la tienda de miniaturas de Christine Baybars y allí me planté. Estuve horas en la tienda que era una maravilla, llena de miniaturas realizadas por artesanos, pero es que la dueña era un encanto. Me traje lo que mi corto presupuesto me permitió. Una de esas contadísimas miniaturas fue un puzzle de 66 piezas que mide 3,5 x 2,3 cm. Obviamente me lo traje montado y, por lo delicado, tal cual lo puse en la casa de muñecas.
Pero tuve una mudanza y el puzzle se desbarató. Como tenía que buscar tiempo, vista y mucha paciencia, lo metí en una cajita y allí se quedó. Cuando conocí el foro, me dio la excusa excelente para volverlo a montar. No ha sido nada fácil porque apenas se reconoce el dibujo y lo he hecho sin modelo, además siendo tan pequeñas las piezas no hay forma de encajarlas sin pinzas. Es una prueba de vista y, sobre todo, de pulso. Resulta que luego, cuando he ido a montarlo sobre la mesa, he revuelto un poco y me he encontrado la lámina.
Espero que os guste



Haujavi

