Aquí os presento al que será mi compañero durante unos cuantos meses, espero que no sean años pero hoy que lo he abierto y he vuelto a mirar la imagen me da que me va a llevar muuuuucho tiempo. Yo suelo hacer paisajes, fotos, por lo que estoy acostumbrado a imágenes nítidas pero aquí lo que veo son un montón de pinceladas que pueden ser de un montón de partes distintas jajaja Si alguno me conoce sabe que puzleo en cajitas, el puzle más grande que he hecho es de 5000 piezas, o sea que este es un reto aún más grande... entre comillas, porque acabo de comprobar que este puzle mide un centímetro menos que el del monte Cervino por lo que al menos el espacio de cajitas que necesitaré será el mismo, aunque por otra parte las piezas serán más pequeñas, no creo que sea un problema.
Al otro puzle le hice un seguimiento estilo "novelizado", en este intentaré también hacerlo así, que me gusta escribir y hace tiempo ya que no escribo nada. Así que vamos allá.
La batalla de Granada
Capítulo 1: El comienzo
Es un día nuboso de otoño, después de unos días de frío parece que la temperatura ha vuelto a subir y se puede decir que de verdad es otoño. De todas formas el viento de estos días hace que sea mejor quedarse en casa y ponerse a hacer un puzzle. Y yo tenía uno con el que creo que voy a poder pasar los pocos días que quedan de otoño, el invierno, la primavera y quién sabe si el verano y más allá. Pero no hay prisa, sean muchas o pocas piezas lo acabaré algún día, espero poder disfrutar poniendo las piezas. Pero para poder hacer eso hay que abrir la caja, así que me cojo la mantita y quito el plástico protector externo. Abro la caja y ahí está, la típica bolsa de plástico que contiene las 6000 piezas, porque espero que estén las 6000, salvo raras excepciones no me han faltado piezas.
Con cuidado abro la bolsa por una esquina, con una apertura no muy grande para que no se me desperdiguen las piezas y pueda caer alguna fuera de la caja. Volteo la bolsa y van cayendo en la caja, como si fueran granos de arroz llenando una cazuela. Nota mental, no empezar los puzles a la hora de la comida, el estómago interfiere con la cabeza. Y ahí están todas las piezas en la caja, esperando a ser montadas, con su olor a nuevo y su tacto peculiar que no puedo evitar sentir metiendo la mano para revolverlas. A simple vista no veo piezas unidas, que por cierto tienen un tamaño menor del habitual. Puedo observar que hay piezas normales pero también de tres salientes y de tres entrantes. Creo que no hay embarazadas, pero ya veremos, tengo muchas horas por delante para familiarizarme con las piezas. Ya que el puzle se llama "La Rendición de Granada", será una batalla totalmente amistosa, con estrategia y técnicas para poder derrotar a las piezas sueltas y ganar el puzle entero.
Es el comienzo de un gran puzle, todo un reto que espero poder describir adecuadamente. Pero de momento habrá que comer y dejar el puzle listo para empezar.