Según la caja, se llama Desde Francia con amor, aunque a mí me suena haberlo visto como Mañana mediterránea, en fin, con esto pasa como con los títulos de las peliculas, hay quien tiene mucha imaginación y ganas de cambiar las cosas.

Un producto de calidad, como acostumbra Ravensburger, buen tacto de las piezas, magnífico corte y variedad en las formas. Imagen muy bonita, para mí, claro.
He dejado colgado el Café de los museos, de 2000, que estoy haciendo, porque estoy convaleciente de una operación de hernia inguinal y no me conviene adoptar una postura inclinado hacia adelante; éste pequeño lo puedo hacer en la mesa del comedor.