¡La Capilla Sixtina en mi salón!
Publicado: 03 Nov 2010 10:16
Esta es la historia de cómo acabó la Capilla Sixtina pintada por Miguel Ángel Buonarroti colgada en una de las paredes de mi salón:
A mi esposa siempre le han gustado los puzzles; creo que han representado un gran reto para ella. Yo no tengo capacidad ni paciencia para mirar, revisar, remirar, probar, montar y unir todo ese inmenso número de piezas que componen las maravillas que he visto en esta web.
El caso es que se decidió por uno "facilito": la Capilla Sixtina del Vaticano. Cuando yo lo vi, intuí no sólo la dificultad de semejante aventura (montar ese tremendo número de piezas) sino que vi una imposibilidad en hacerlo al comprobar las dimensiones que iba a tener cuando estuviera montado.
Creo que inteligentemente, mi esposa optó por montarlo en dos partes: encargó sendos tableros para apoyar sus dos mitades y comenzó a ponerse manos a la obra. Yo intenté en varias ocasiones ayudarla, pero mi incapacidad para el bello arte del montaje del puzzle era (y sigue siendo) práctcamente nula. Puedo "presumir" de haber colocado no más de 5 piezas de un total de 8.000, lo cual podéis imaginar la cantidad de ruborización que me produce al escribir este relatillo...
El caso es que fue pasando el tiempo y el puzzle iba tomando la forma que Miguel Ángel le dio en el techo de la Capilla del Vaticano.
En el mes de julio, hice una excursión de varios días a los Pirineos a fin de estudiar cierto grupo de insectos; a la vuelta y al entrar al salón, no podía dar crédito a lo que veía: el inmenso puzzle completamente montado, unidas sus dos mitades, enmarcado y colgado decoraba de manera sublime la pared más amplia del salón. Mi esposa lo había conseguido y cuando vio mi cara de asombro otra de orgullo y satisfacción se reflejó en su rostro.
Ya lleva unos pocos años colgado ahí: sin duda la envidia de cualquier profesional de la decoración y todo realizado con las hábiles manos de mi esposa...
¡Gracias Nati! por este regalo diario para mis ojos.
A mi esposa siempre le han gustado los puzzles; creo que han representado un gran reto para ella. Yo no tengo capacidad ni paciencia para mirar, revisar, remirar, probar, montar y unir todo ese inmenso número de piezas que componen las maravillas que he visto en esta web.
El caso es que se decidió por uno "facilito": la Capilla Sixtina del Vaticano. Cuando yo lo vi, intuí no sólo la dificultad de semejante aventura (montar ese tremendo número de piezas) sino que vi una imposibilidad en hacerlo al comprobar las dimensiones que iba a tener cuando estuviera montado.
Creo que inteligentemente, mi esposa optó por montarlo en dos partes: encargó sendos tableros para apoyar sus dos mitades y comenzó a ponerse manos a la obra. Yo intenté en varias ocasiones ayudarla, pero mi incapacidad para el bello arte del montaje del puzzle era (y sigue siendo) práctcamente nula. Puedo "presumir" de haber colocado no más de 5 piezas de un total de 8.000, lo cual podéis imaginar la cantidad de ruborización que me produce al escribir este relatillo...
El caso es que fue pasando el tiempo y el puzzle iba tomando la forma que Miguel Ángel le dio en el techo de la Capilla del Vaticano.
En el mes de julio, hice una excursión de varios días a los Pirineos a fin de estudiar cierto grupo de insectos; a la vuelta y al entrar al salón, no podía dar crédito a lo que veía: el inmenso puzzle completamente montado, unidas sus dos mitades, enmarcado y colgado decoraba de manera sublime la pared más amplia del salón. Mi esposa lo había conseguido y cuando vio mi cara de asombro otra de orgullo y satisfacción se reflejó en su rostro.
Ya lleva unos pocos años colgado ahí: sin duda la envidia de cualquier profesional de la decoración y todo realizado con las hábiles manos de mi esposa...
¡Gracias Nati! por este regalo diario para mis ojos.