Toca esta ocasión montar un precioso cuadro de Van Gogh, lleno de alegres y raros colores cómo sólo podía lograr este desdichado suicida.
Mostro la caja del puzzle de 1000 piezas para montar.

Como siempre, bordes e inicios.

Poco a poco, relleno y armo el campo de cereales, junto con el enhiesto ciprés.

Y aunque parece rápido, no lo fue, no. Los colores son bonitos, pero extraños.


Hasta el próximo puzzle.