Dos puzzles en uno
Publicado: 30 Dic 2008 17:21
Se supone que lo peor que te puede pasar cuando haces un puzzle es que, justo al terminar, te des cuenta que te falta una pieza.
A mí no me pasó exactamente eso…
Tardé lo mío, pero con mucho esfuerzo logré completar lo que aproximadamente era la tercera parte del que pensaba era el puzzle de mi vida. Las piezas iban encajando, con más o menos dificultad. Las fui colocando con delicadeza a veces, otras veces con impaciencia, algunas con pasividad… Guardaba las piezas sin colocar con cierto orden, separadas por colores y formas.
Bueno, pues hay que seguir. ¿Pero cómo sigo?… Tenía un espacio vacío en el que colocar una pieza. Una única pieza. Y claramente ante mí había dos piezas que encajaban en el hueco. Las dos lo hacían a la perfección. No eran iguales, es decir, no se trataba de una pieza repetida, de un error. Eran completamente distintas. Ni su forma, ni su color coincidían y sin embargo, las dos podían colocarse en el huequito. Como un guante de seda en una suave mano. Pensé, bueno, coloco una y si el resto de las piezas van encajando, ésa es la buena. Y así lo hice, coloqué la primera que había identificado como la adecuada. Y seguí juntando las piezas. Efectivamente encajaban. A medida que colocaba más y más piezas se iba adivinando el dibujo del puzzle. Pero no contenta con eso y viendo claramente que la otra pieza, la descartada, también habría encajado en el huequito, deshice lo hecho y coloqué la pieza alternativa. Por supuesto entraba en el hueco. Tan bien como la primera, y aunque su color era distinto, no desentonaba con la parte ya colocada. Y lo sorprendente es que podía seguir juntando piezas, primero una, luego esta otra. No eran las mismas que las que había usado en mi primer intento y sin embargo eran las adecuadas, porque encajaban las unas con las otras. Ante mi asombro podía ver como se iba formando una imagen, claramente las piezas seguían un orden y juntas dibujaban algo concreto, distinto al dibujo que las otras piezas habían formado.
Las dos piezas encajaban pero no podían ponerse a la vez.
No sabría decir cual de los dos dibujos me gusta más, por lo que me es imposible elegir entre una pieza u otra.
Y en esas todavía estoy… Dos piezas, dos posibilidades, dos caminos... Dos puzzles en uno.
A mí no me pasó exactamente eso…
Tardé lo mío, pero con mucho esfuerzo logré completar lo que aproximadamente era la tercera parte del que pensaba era el puzzle de mi vida. Las piezas iban encajando, con más o menos dificultad. Las fui colocando con delicadeza a veces, otras veces con impaciencia, algunas con pasividad… Guardaba las piezas sin colocar con cierto orden, separadas por colores y formas.
Bueno, pues hay que seguir. ¿Pero cómo sigo?… Tenía un espacio vacío en el que colocar una pieza. Una única pieza. Y claramente ante mí había dos piezas que encajaban en el hueco. Las dos lo hacían a la perfección. No eran iguales, es decir, no se trataba de una pieza repetida, de un error. Eran completamente distintas. Ni su forma, ni su color coincidían y sin embargo, las dos podían colocarse en el huequito. Como un guante de seda en una suave mano. Pensé, bueno, coloco una y si el resto de las piezas van encajando, ésa es la buena. Y así lo hice, coloqué la primera que había identificado como la adecuada. Y seguí juntando las piezas. Efectivamente encajaban. A medida que colocaba más y más piezas se iba adivinando el dibujo del puzzle. Pero no contenta con eso y viendo claramente que la otra pieza, la descartada, también habría encajado en el huequito, deshice lo hecho y coloqué la pieza alternativa. Por supuesto entraba en el hueco. Tan bien como la primera, y aunque su color era distinto, no desentonaba con la parte ya colocada. Y lo sorprendente es que podía seguir juntando piezas, primero una, luego esta otra. No eran las mismas que las que había usado en mi primer intento y sin embargo eran las adecuadas, porque encajaban las unas con las otras. Ante mi asombro podía ver como se iba formando una imagen, claramente las piezas seguían un orden y juntas dibujaban algo concreto, distinto al dibujo que las otras piezas habían formado.
Las dos piezas encajaban pero no podían ponerse a la vez.
No sabría decir cual de los dos dibujos me gusta más, por lo que me es imposible elegir entre una pieza u otra.
Y en esas todavía estoy… Dos piezas, dos posibilidades, dos caminos... Dos puzzles en uno.